Lanzarote es una de las Islas Canarias, en las que la bondad del clima y la variedad de sus playas y calas la convierte eh apta para el turismo de sol y playa durante todo el año.
En el norte de la isla se encuentra una zona, conocida como Charco del Palo, que está considerada un auténtico paraíso, un lugar de retiro y reposo para los amantes del naturismo. A las afueras del pueblo de Mala, hay una urbanización en la que se practica el naturismo desde hace décadas, muy tranquila, aunque en los últimos años se ha desarrollado bastante.
Es una zona en la que la costa es acantilada, aunque baja y no hay playas, pero sí hay un precioso conjunto de dos piscinas naturales y tres intimísimas calitas. Las piscinas se encuentran a ambos extremos de la urbanización, a ellas se llega por senderos arenosos; son charcones en los que el agua salada se renueva constantemente, con accesos a mar abierto y unos preciosos fondos marinos ideales para bucear o hacer snorkel si el mar lo permite, aunque en comparación con el oleaje exterior, el baño en los charcos siempre es tranquilo. Están cercadas por peñascos desde los que se puede saltar al agua y cómodas escalerillas para volver a salir.
En los alrededores hay espacios con acogedores rincones de piedra, y la piscina del norte tiene equipamientos deportivos y lugares acondicionados para juegos y disfrute del aire libre. En los alrededores hay zonas con arena, sombrillas de paja y asientos para descansar y tomar el sol.
Es una zona en la que la costa es espectacular; las rocas volcánicas descienden asta el mar con colores oscuros y formas caprichosas sobre las que las olas rompen con despliegue de espuma. De repente nos encontramos con pequeños lugares de acceso en los que despuntan la arena, como las tres pequeñas calitas de los alrededores.
Es un lugar muy tranquilo, para disfrutar de paz, descanso y sol, con varios restaurantes y un supermercado que abre todos los días del año, hasta los domingos.
Marga G.-Chas Ocaña